El teatro de los aparecidos

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martes, 17 de diciembre de 2013

Nuestros ojos dejando de brillar III.

Contesto, de todos modos ya me siento lista para esto. Lo primero que escucho son gritos, y de repente el habla "Monic está muerta" esta declaración es acompaña con quejidos de dolor y llanto. Se oyen pasos y luego como una puerta se cierra. Miro hacia el frente sin entender. Pasan algunos minutos, hablo, mi voz esta ronca y se rompe en la última letra "¿Que fue lo que paso?".
“Ella se puso como loca cuando saliste de la casa sin comentar nada. En el comienzo, no se dio cuenta que te habías ido, porque todos estaban encima de nosotros pero después de algunos minutos se percato. Ya sabes que siempre quiere tu aprobación en todo, puede ser que tú seas”-su voz suena estrangulada- “la menor de las dos pero ella” -tose para arreglar su voz- “siempre necesitaba que tu aceptaras lo que hacía. Llamo a tu celular y tu no contestaste” -toma una fuerte respiración, tratando de no recriminarme-. “Entonces tomo su carro cuando nadie se dio cuenta. Ya había dicho que iba a ir por ti, pero le dijimos que lo dejara, que tu debías estar jugando; como siempre, en algún lugar lleno de chicos o algo.” -No me dijo puta, pero fue casi como si lo insinuara- “Seguía llamándote mientras manejaba, no puso atención en la calle y se choco con un camión” después de contar esto último, el silencio cae sobre nosotros en la línea. El espera que diga algo ¿pero que se supone que debo decir?
El dolor que me oprime es diferente, pero igual de intenso que cuando se comprometieron. Cierro mis ojos sin saber cómo procesar las palabras; hace nada ella estaba sonriendo con sus labios color durazno y riendo con desbordante felicidad. Todo era hermoso y perfecto en su mundo; como debía ser. Ahora, solo quedaba dos palabras que parecen decolorar toda la Tierra: "Esta muerta". Nada tiene sentido en este mundo si esto era verdad.
Cierro los ojos más fuerte, se inunda mi visión de un negro más oscuro que la noche. Comienzan a aparecer imágenes de nosotras pequeñas. Corriendo entre los matorrales, en la casa de la Abuela, después de su entierro. Corremos y gritamos, nunca habíamos estado en el campo, todo era tan brillante e intenso, lleno de energía. Corro hacia la salida de la asienta y tu gritas: "¡Mami dijo que no podemos tomar ese camino!". Yo no te escucho sigo corriendo, mis pies sienten el movimiento, mis muslos lo crean, mis caderas lo acarician, mi cuerpo sabiendo que está en su lugar. El recuerdo cambia... Te veo en el columpio de la casa. "¿Dónde está tu madre?" pregunto al llegar a tu lado con mis pasos silenciosos, tu das un pequeño saltito, me miras y frunce el entrecejo "Nuestra Mama, salió al supermercado" tu voz es un murmullo ausente pero la primera palabra la dices con gravedad.
"Sabes perfectamente que ella no se ve a sí misma como mi madre, ni si quiera habla conmigo. Por otro lado cuanto te apuestas, que te da detallados planes de su horario a ti" digo empujando el columpio, tú te agarras más fuerte y me miras a los ojos con triste. "Mama no sabe cómo tratarte, por eso ella es..." no dejo que termines. "Ella no es mi madre, así lo quiso y eso consiguió. Ya no me importa ni ella ni Papa." Digo con una gran sonrisa burlona, tú saltas del columpio estando en lo más alto y caes al piso como un pequeño ángel. Me abrazas y susurras en mi oído "Siempre estaré para ti". Mi nariz duele por unos momentos y en mis ojos se comienzan a formar lágrimas que nunca cae, mantengo la cabeza firme y te abrazo.

Un recuerdo más nuevo aparece, estoy entrando a la casa y escucho risitas en tu cuarto. Subo por las escaleras y entro. El tiene tu mano entre las suyas y tú estas roja como una fresa, yo termino plantada en la puerta con la mira sobre ustedes. Eres la primera que habla, sacas tu mano de entre las de el "E- eh, Daniel vino a buscarte y yo bueno... estaba conversando con el" respiro por primera vez después de haber entrando por la puerta. Y solo pienso: A la mierda todo esto, tan solo a la mierda. Asiento una vez, lo miro a él y digo: “Oh, hombre yo solo venia por ropa. Me estoy yendo de viaje ahora mismo”.
Comienzo a caminar hacia mi cuarto, pero escucho como Monic vuelve a la vida después de algunos segundos. "¿Que se supone que significa eso? No habías dicho nada de eso antes." Su voz suena asfixiada. ¿Va a comenzar a llorar? ¿Qué rayos le pasa? Yo soy la que estoy con el corazón roto. Es tan injusto, no me puede dejar tan solo… sola. No respondo mete algunas cosas en una bolsa: Mi pasaporte, algo de ropa interior, jeans un par de suéteres y salgo corriendo por las escaleras. Escucho como gritas "No te vayas" pero yo ya estoy cerrando la puerta y lista para poner distancia.


Alguien toma mi mano y regreso a la realidad. Ethan ha parado el carro y me está mirando preocupado. Pasa su mano por mi mejilla y atrapa una lágrima que ni sabía que existía. ¡Estoy llorando! Desde hace mucho tiempo no lloro, como desde los 9 años. Cuando mi Mama se olvido de mi cumpleaños y celebro en vez de eso una fiesta para los niños de un orfanato de la Ciudad. Hay tiempo y cariño para los niños de otras mujeres, pero para su hija menor, nunca. ¿Qué rayos me pasa? Poniéndome yo sensible con viejos y estúpidos recuerdos. Oh claro, Monic está muerta. Ya no hay final feliz ni tesoros bajo el arco iris, es lo uno que tiene sentido para que alguien como ella muriera.
Ethan agarra mi cara y la mueve hasta que no puedo ver más que su rostro, entonces pregunta como si yo fuera un pequeño animal lastimado "¿Que paso?". Yo solo lo abrazo y susurro "Ella está muerta", necesito este abrazo como necesito el aire, si él no me tiene en sus brazos creo que me volvería loca. Ya siento como algo de locura se posa en mi cabeza. El me abraza con fuerza y me llena las mejillas de besos, yo se que él sabe de quién hablo. Nosotros solemos entendernos con pocas palabras. El habla suavemente en mi oído: "Estamos bien. Estoy aquí y nadie me llevara a ningún otro lugar".
Después de media hora sin poder regresar a la realidad; lo suelto, mis brazos están adoloridos por la posición. Reviso el celular que está en el piso, ni sé como termino allí. No hay nada en la pantalla, Daniel debió haber terminado la llamada. Miro a Ethan y sé lo que está pensando "Ella se va a ir. Es el momento perfecto para tomarlo. No tengo más oportunidades" sus ojos están ausentes mirando hacia algún lugar lejano pero sé que eso es lo que piensa. Acaricio su cara con mis manos temblorosas; regresa a la vida, el me mira solo dos segundos y entonces ataca con sus labios. Yo me pierdo en ellos, en su olor y sé que debo dejar este pequeño anhelo que había comenzado a crecer en mi pecho.
Mis padres no me importan pero el... bueno el necesita a alguien en este momento, alguien que realmente entienda su perdida, que lo ayude con ella. Si yo fuera el querría, algo como eso.
"Me voy a ir", digo yo y veo como el rostro de Ethan cae en la angustia, veo todo el dolor que le estoy causando pero no puedo sencillamente, dejar a Daniel con todo esto. Lo ayudare con su perdida y luego... bueno luego no se qué haré.
"Sé que..." comienzo yo, pero Ethan me corta "¡Te amo! ¡Te amo! El no te necesita tanto como yo. Por favor." ruega y mi corazón se vuelve a romper.

"Prometamos algo" digo, cambiando el tema "Prometamos no prometernos hasta volver a vernos. Prometamos no entregarnos a nadie hasta volver a hablar". Agarro su mano "No te puedo mentir, tu sabes lo que siento desde el principio por Daniel, pero tú te has ganado mi corazón y puedo ser te sincera cuando te digo que yo realmente deseaba esta oportunidad para nosotros. No puedo prometerte que no lo escogeré a él, pero si puedo prometerte que si llega a pasar te lo diré". Ethan aprieta mi mano: "Regresa a casa", es lo único que dice y sé que no habla de el lugar donde me crié o de mis padres sino nosotros, de lo nos mantiene unidos y tal vez siempre lo haga.

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