El teatro de los aparecidos

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miércoles, 18 de diciembre de 2013

Nuestros ojos dejando de brillar IV.

Llevo ya, 5 meses viviendo en el apartamento de Daniel, escuchándolo hablar de Monic y creí que dolería, que me sentiría celosa de escuchar mencionarle con tanta adoración pero solo he sentido pena por él y por mí. Además de un intenso dolor por nuestra pérdida. Porque no la volveremos a ver sonreír y iluminarnos con su alegría.

Hay ocasiones en que casi la veo bajar por las escaleras con ese paso presuroso que tenia. Este apartamento fue amueblado por ella y por Daniel, aunque mucho más por ella, por lo cual se ve como el perfecto lugar para avistamientos de Monics. Con este pequeño pensamiento sonrió un poco.

Es doloroso vivir aquí, realmente doloroso. Hay tantas pertenencias acomodadas y dispuestas para el uso personal de esa chica, tiene sentido porque ella vivía aquí, pero sigue siendo desgarrador ver su cepillo de cabello llenarse de polvo. Y entonces lo veo a el mirar sus cosas como si tuviera esperanza de que regresara. A veces hasta lo pillo limpiando sus cosas, abre su closet lo orea y luego esparce un poco del perfume favorito de ella en la ropa. Busca el vestido favorito de Monic entre todas sus piezas, lo abraza y se duerme apretándolo entre sus brazos. Así de desconsolado esta.

Lo he dejado tomar todo tipo de alcohol, sé que eso no suena, como algo que alguien que está tratando ayudar en su pérdida debería hacer. Pero él lo necesita.
A veces despierta con buen humor sonríe, hace chistes y hasta coquetea conmigo, pero no me siento feliz con eso. Yo nunca tomo.

La situación no parece mejorar, sueño contigo todos los días. Sueño que somos pequeñas de nuevo y estamos en casa de la Abuela luego del entierro, pero esta vez la que corre eres tú y no te puedo alcanzar. A veces tengo pesadillas más oscuras.

Daniel toma mas y mas hasta el punto en que se pone agresivo, rompe cosas, me grita. Nunca me ha pegado, no creo que lo haría, pero siento que se está perdiendo a el mismo y no sé cómo alcanzarlo Monic, en serio no sé.

Un día esta tan borracho que esta rojo, nunca lo había visto así. Me grita realmente fuerte, me echa la culpa de todo. “DEBISTE HABER CONTESTADO EL JODIDO TELEFONO, TODA ESTA MIERDA. ES TU MALDITA CULPA”, luego susurra muy bajito pero con un sentimiento tan intenso “Te odio” que me parte en dos. Lo miro sin saber qué hacer, es como una bestia enorme y salvaje, luego de haber sido atacada de muerte. Me acerco lentamente a él, midiendo cada paso, me mira asustado como si esperara que le dé el golpe de gracia, abro poco a poco los brazos, el se aleja caminando hacia atrás, yo susurro “Lo siento” es lo único que puedo decir. Mi cerebro está en estado de hecatombe, con toda la pena y culpa sobre mí, aplastándome, asfixiándome. Debí hacerlo mejor, debí contestar. El cierra los ojos comienza a llorar estruendosamente, hasta el punto que parece un niño de 5 años llorando por su Teddy muerto, es tan extraña la visión, que por un momento me quedo parada solo viéndolo. Pero mi cerebro sale rápido de la conmoción y llego al fin hacia donde está el. Lo abrazo. En un principio solo se queda allí llorando, con la cabeza agachada y los brazos hacia los lados, yo continuo abrazándolo, acariciando su espalda creando pequeños círculos con mis dedos. El un momento titubea, como si fuera abrazarme, pero no me toca, suspira una vez todavía con la cabeza baja, como tomando fuerza; no puedo ni si quiera llegar a entender cuanto coraje le tomo aceptar ese pequeño gesto,  me abraza con fuerza, hasta que solo lo siento a él y el solo me siente a mí. No hay apartamento, ni muebles ni nada, solo él y yo. Dos seres sangrantes, despedazados, tratando de mantenerse en pie.


Las cosas mejoran,  y cada vez se esparce de manera más vasta el deseo de regresar a casa, a mi verdadero hogar. Para esto mi subconsciente toma ventaja de mis recuerdos de Ethan, enlazándose con su rostro y la calidez de su ser. Las memorias que poseo de el constantemente se muestran tras mis parpados cada vez que los cierro, hasta el punto que comienzo a sentir un gran peso en el estomago.
Y que a veces, solo a veces se sale de entre mis labios su nombre en un susurro casi mudo, sin mi consentimiento.

No he tomado ni una gota de alcohol, pero hoy mi invita a tomar con él de nuevo-como por décima cuarta vez- y yo acepto. Haciendo bromas llegamos al momento de ebriedad donde las cosas se ponen serias, en el que si te pones a pensar lo suficiente podrías encontrar la jura para el bien común de la humanidad, pero que normalmente olvidas por estar demasiado borracho.
"Sabes ella te amaba mas a ti que a mi" dice Daniel mirando al cielo raso. "¿Y en que te basas para decir eso?" digo yo también viéndolo. "Es fácil, ella salió corriendo cuando te fuiste. No le importa la boda ni tus padres ni yo, solo tomo sus cosas y salió corriendo. Si yo hubiera intentado pararla..." Toma una larga espiración  y continúa “La amenacé con cancelar el compromiso si no terminaba su codependencia, hacia ti”. No sé qué decir así que me mantengo callada, el sigue: "Me dijo que me amaba pero que si debía escoger siempre serias tu. Tu habías estado en su vida antes y que lo estarías después. Eso me cayó como un balde de agua fría".
Sabía que ella me amaba, que ella quería que yo la entendiera, solo yo. Pero esto, este nivel de amor que tenia para mi, era nuevo.
Nos quedamos un rato en silencio, yo lo rompo: "¿Cuando supiste que la amabas?". "Mentiría” dice el “si dijera que la primera vez que la vi no sentí un flechazo, pero yo seguía todavía empecinado contigo" sentí como se movía y terminaba acostado de lado, su mirada taladrando sobre mí: “¿Sabías que estuve enamorado de ti?”. Yo termino sin aire, siento como si todo a mí alrededor se hubiera congelado. "Debo tener algo realmente anormal, para enamorarme de las dos hermanas. ¿Qué piensas tu?" yo continuo mirando arriba.
"Estoy sorprendida por lo que dices, nunca me espere... nunca paso por mi cabeza que me amaras, pero bueno la escogiste a ella".
"Siempre has sido la reina del hielo, bueno con Ethan, no". 
Giro mi cabeza a la mención de su nombre "¿Como lo conoces?".
"Tu hermana me hablo de él, al parecer una vez tomo tu celular -ve como levantaba mi ceja- si era así de acosadora contigo. Se dio cuenta que tenias montones y montones de mensajes de él, guardo su número y también le estuvo escribiendo. Se hicieron muy buenos amigos. Ella dijo que él era lo mejor para ti, que te hacia ser cálida, vulnerable" me sonríe burlón "¿Lo amas?". Quito mi mirada de encima de él.
"¿Cuando te enamoraste de mi?" No respondo su pregunta, ahora mismo no quiero saber esa respuesta. Tengo miedo, miedo de que lo que fuera una base inalterable en mi vida terminara siendo solo ficción.
Daniel me responde: "Me enamore de ti, cuando me di cuenta que eras más amable de lo que dejabas de ver, por eso me acerque más y luego casi te obligue a ser mi amiga, pero tu seguías teniendo esa enorme pared de hielo a tu alrededor. Y entonces apareció Monic, llena de sonrisas y calidez. ¡Y shasan! Olvide todas las razones por las que te amaba". Asiento una vez con la cabeza, ese es el tipo de situaciones que pasaban cuando estaba alrededor de Monic. El toma mi mano, "Pero ahora veo de nuevo porque te amaba, hacer esto por mí. Ver como estoy de roto, escucharme y tratar de animarme. Nadie lo intento solo tú, hasta te encuartelaste en mi casa, peleando con todas las sombras oscuras y sus siluetas. Abriendo todas las puertas y ventanas, dejando en libertad los espíritus. Dándole su emancipación a los "podríamos", "si hubiera", "quizás", "otra oportunidad". “Me hiciste aceptar que la había perdido y que necesitaba seguir de allí en adelante. ¡Gracias!”.
Creí que sentiría algo, mi pulso desbocado, mi cuerpo enrojecer pero me siento igual. De repente aparece el rostro de Ethan, su sonrisa fácil. Lo extraño tanto. Tal vez sea momento de irme... "Se cuanto amabas a mi hermana y vine aquí porque sabía que necesitabas a alguien para contarle todos esos momentos que pasaron juntos; para hacerlos reales, para que pudieras creer en ellos." Luego de decir esto lo miro solo un momento y luego continúo mirando al cielo raso, mientras sigo hablando "He visto como hemos evolucionado tú y yo, como hemos aceptado su muerte. Creo que estamos listo para comenzar de nuevo". El suelta mi mano y vuelve a mirar al techo "Estas diciendo adiós. ¿Verdad?".
"Si, los dos estamos listos para seguir adelante. No es como si vayamos a olvidarla nunca, pero es momento de vivir el después de ella y seguir la felicidad aunque ella, ya no esté" El suspira pesaroso y solo dice: "Si, tienes razón".

Nos quedamos un buen rato callados, pensando cada uno en sus propios asuntos.
"Sabes... yo también te amaba" gira su cabeza de una vez hacia mí, yo continuo hablando "La primera vez que te vi; mis ojos no pudieron apartarse lo suficientemente rápido de ti y termine cegada, te estuve observando por largo tiempo. Entonces tú me dijiste que querías ser mi amigo y yo conseguí una docena de esperanzas pero no deje que germinaran por miedo. Porque siempre tenía ese enorme peso, ese temor a no ser tomada." El abre la boca para hablar pero yo continuo "Y entonces llegue ese día, ustedes estaban de la mano y yo vi mas a través de eso. Vi que llegaban tiempo siendo cercanos y que ya no había oportunidades porque en tu mirada había más de lo que tus palabras jamás dirían. De nuevo Monic tomaba algo que quería, pero no la podía odiar por ello porque sabía que ella siempre era así de egoísta sin darse cuenta. Ella me amaba".

"¿Cuánto tiempo me amaste?" pregunto Daniel mirándome con fuerza, tratando de penetrar a través de mis murallas de hielo. "Bueno mirando las cosas desde perspectiva desde que te vi por primera vez hasta hace tres años" lo miro también. "Para ese entonces ya estaba saliendo con tu hermana" dice el sacando cuentas.
"Pues sí, ya tenían dos años de relación". "¿Que cambio?" dice él con una sonrisa "Ethan. Ethan lo cambio todo. El me hizo cuestionarme un montón de cosas, pero no me di cuenta hasta ahora que ya no te amaba. No comprendí mis propios sentimientos. Todo lo que abarcaban. Por ejemplo cuando se comprometieron creí que me dolía saber que ya no te tendría pero ahora me doy cuenta, que le tenía miedo a perderla a ella por ti y que tenía miedo de amar a Ethan porque siempre lo que amaba me dejaba. No podría haber soportado que él la escogiera a ella" viene a mí, pequeños y rápidos recuerdos de la sonrisa de Ethan. "¿Lo amas?" vuelve a preguntar. Lo miro y hablo con más energía de la que he sentido en mucho tiempo mientras digo "Si, lo amo y creo que es momento de regresar a casa".


Salgo con mis cosas hacia la moto, miro hacia atrás al departamento de Daniel y siento como mi cuerpo es más ligero. He dejado atrás todos los recuerdos, tanto malos como buenos y ahora puedo ser abiertamente quien soy y pelear por lo que realmente amo. Estoy lista para esto, más de lo que nunca he estado.


Manejo a la casa de Ethan, al llegar estaciono mi moto en su garaje, saco mi celular y lo llamo. Contesta después del tercer timbre y tengo tanto miedo de que haya decidido escoger a otra chica, que me quede un minuto entero sin decir nada. "Estoy a fuera de tu casa y necesitamos hablar". Escucho como traga con fuerza y luego saca todo el aire que retenía: "La puerta está abierta ¿porque no entras?" dice él con la voz rara.
Oh Dios, oh Dios escogió a otra chica. Al fin me doy cuenta que lo amo y escogió a otra chica. Entro a la casa y lo veo enfrente de las escaleras con un par de bóxers, que abrazan sus increíbles muslos y trasero. Y me quedo un minuto solo deleitándome viéndolo.
"Espero no estar importunando o algo", el no me deja terminar corre hacia mí y me abraza; en el comienzo estoy tan impresionada que no se qué hacer pero después de algunos segundos le devuelvo el abrazo, nos quedamos en silencio un rato.
"Sé que estas aquí para decirme que lo escogiste a él" habla Ethan enterrado entre mi cabello, "Pero debes saber que te amo y..." muevo mi cabeza hacia él y lo beso, el se sorprende pero me devuelve el beso al instante. Cuando nos separamos por aire, ya no puedo mentirnos y ya no quiero hacerlo más. "Te amo, desde hace ya mucho tiempo. No puedo vivir sin ti, te has hecho indispensable. Sé que esto tal vez suene muy simple, pero lo que más deseo es… poder seguir aquí junto a ti, en este espacio que has creado especialmente para nosotros " digo yo desgarrada con todos mis sentimientos expuestos.
Ethan me mira a los ojos directamente "Si esto es alguna clase de broma retorcida, creo que... voy a morir" una lágrima solitaria cae de su ojo y yo entro en estado de alarma al instante. Beso su lágrima, lo abrazo con más fuerza "Te amo Ethan es en serio y creo que es algo irremediable. Que combatieras por mí una y otra vez, me enamoro. Pero que nunca perdieras la fe en mi, en nosotros sencillamente me desarmo. No había otro camino más que amarte. ¡Te amo!" El está en shock con su rostro vigilándome; esperando que grite que estamos en la televisión, que todo fue una broma o que se despierte de un sueño.
Tomara tiempo convencerlo de que es real, pero si él ha peleado por mi tantas veces yo puedo luchar por él, hasta que lo haga entender de lo esencial que es para mí.




FIN.

martes, 17 de diciembre de 2013

Nuestros ojos dejando de brillar III.

Contesto, de todos modos ya me siento lista para esto. Lo primero que escucho son gritos, y de repente el habla "Monic está muerta" esta declaración es acompaña con quejidos de dolor y llanto. Se oyen pasos y luego como una puerta se cierra. Miro hacia el frente sin entender. Pasan algunos minutos, hablo, mi voz esta ronca y se rompe en la última letra "¿Que fue lo que paso?".
“Ella se puso como loca cuando saliste de la casa sin comentar nada. En el comienzo, no se dio cuenta que te habías ido, porque todos estaban encima de nosotros pero después de algunos minutos se percato. Ya sabes que siempre quiere tu aprobación en todo, puede ser que tú seas”-su voz suena estrangulada- “la menor de las dos pero ella” -tose para arreglar su voz- “siempre necesitaba que tu aceptaras lo que hacía. Llamo a tu celular y tu no contestaste” -toma una fuerte respiración, tratando de no recriminarme-. “Entonces tomo su carro cuando nadie se dio cuenta. Ya había dicho que iba a ir por ti, pero le dijimos que lo dejara, que tu debías estar jugando; como siempre, en algún lugar lleno de chicos o algo.” -No me dijo puta, pero fue casi como si lo insinuara- “Seguía llamándote mientras manejaba, no puso atención en la calle y se choco con un camión” después de contar esto último, el silencio cae sobre nosotros en la línea. El espera que diga algo ¿pero que se supone que debo decir?
El dolor que me oprime es diferente, pero igual de intenso que cuando se comprometieron. Cierro mis ojos sin saber cómo procesar las palabras; hace nada ella estaba sonriendo con sus labios color durazno y riendo con desbordante felicidad. Todo era hermoso y perfecto en su mundo; como debía ser. Ahora, solo quedaba dos palabras que parecen decolorar toda la Tierra: "Esta muerta". Nada tiene sentido en este mundo si esto era verdad.
Cierro los ojos más fuerte, se inunda mi visión de un negro más oscuro que la noche. Comienzan a aparecer imágenes de nosotras pequeñas. Corriendo entre los matorrales, en la casa de la Abuela, después de su entierro. Corremos y gritamos, nunca habíamos estado en el campo, todo era tan brillante e intenso, lleno de energía. Corro hacia la salida de la asienta y tu gritas: "¡Mami dijo que no podemos tomar ese camino!". Yo no te escucho sigo corriendo, mis pies sienten el movimiento, mis muslos lo crean, mis caderas lo acarician, mi cuerpo sabiendo que está en su lugar. El recuerdo cambia... Te veo en el columpio de la casa. "¿Dónde está tu madre?" pregunto al llegar a tu lado con mis pasos silenciosos, tu das un pequeño saltito, me miras y frunce el entrecejo "Nuestra Mama, salió al supermercado" tu voz es un murmullo ausente pero la primera palabra la dices con gravedad.
"Sabes perfectamente que ella no se ve a sí misma como mi madre, ni si quiera habla conmigo. Por otro lado cuanto te apuestas, que te da detallados planes de su horario a ti" digo empujando el columpio, tú te agarras más fuerte y me miras a los ojos con triste. "Mama no sabe cómo tratarte, por eso ella es..." no dejo que termines. "Ella no es mi madre, así lo quiso y eso consiguió. Ya no me importa ni ella ni Papa." Digo con una gran sonrisa burlona, tú saltas del columpio estando en lo más alto y caes al piso como un pequeño ángel. Me abrazas y susurras en mi oído "Siempre estaré para ti". Mi nariz duele por unos momentos y en mis ojos se comienzan a formar lágrimas que nunca cae, mantengo la cabeza firme y te abrazo.

Un recuerdo más nuevo aparece, estoy entrando a la casa y escucho risitas en tu cuarto. Subo por las escaleras y entro. El tiene tu mano entre las suyas y tú estas roja como una fresa, yo termino plantada en la puerta con la mira sobre ustedes. Eres la primera que habla, sacas tu mano de entre las de el "E- eh, Daniel vino a buscarte y yo bueno... estaba conversando con el" respiro por primera vez después de haber entrando por la puerta. Y solo pienso: A la mierda todo esto, tan solo a la mierda. Asiento una vez, lo miro a él y digo: “Oh, hombre yo solo venia por ropa. Me estoy yendo de viaje ahora mismo”.
Comienzo a caminar hacia mi cuarto, pero escucho como Monic vuelve a la vida después de algunos segundos. "¿Que se supone que significa eso? No habías dicho nada de eso antes." Su voz suena asfixiada. ¿Va a comenzar a llorar? ¿Qué rayos le pasa? Yo soy la que estoy con el corazón roto. Es tan injusto, no me puede dejar tan solo… sola. No respondo mete algunas cosas en una bolsa: Mi pasaporte, algo de ropa interior, jeans un par de suéteres y salgo corriendo por las escaleras. Escucho como gritas "No te vayas" pero yo ya estoy cerrando la puerta y lista para poner distancia.


Alguien toma mi mano y regreso a la realidad. Ethan ha parado el carro y me está mirando preocupado. Pasa su mano por mi mejilla y atrapa una lágrima que ni sabía que existía. ¡Estoy llorando! Desde hace mucho tiempo no lloro, como desde los 9 años. Cuando mi Mama se olvido de mi cumpleaños y celebro en vez de eso una fiesta para los niños de un orfanato de la Ciudad. Hay tiempo y cariño para los niños de otras mujeres, pero para su hija menor, nunca. ¿Qué rayos me pasa? Poniéndome yo sensible con viejos y estúpidos recuerdos. Oh claro, Monic está muerta. Ya no hay final feliz ni tesoros bajo el arco iris, es lo uno que tiene sentido para que alguien como ella muriera.
Ethan agarra mi cara y la mueve hasta que no puedo ver más que su rostro, entonces pregunta como si yo fuera un pequeño animal lastimado "¿Que paso?". Yo solo lo abrazo y susurro "Ella está muerta", necesito este abrazo como necesito el aire, si él no me tiene en sus brazos creo que me volvería loca. Ya siento como algo de locura se posa en mi cabeza. El me abraza con fuerza y me llena las mejillas de besos, yo se que él sabe de quién hablo. Nosotros solemos entendernos con pocas palabras. El habla suavemente en mi oído: "Estamos bien. Estoy aquí y nadie me llevara a ningún otro lugar".
Después de media hora sin poder regresar a la realidad; lo suelto, mis brazos están adoloridos por la posición. Reviso el celular que está en el piso, ni sé como termino allí. No hay nada en la pantalla, Daniel debió haber terminado la llamada. Miro a Ethan y sé lo que está pensando "Ella se va a ir. Es el momento perfecto para tomarlo. No tengo más oportunidades" sus ojos están ausentes mirando hacia algún lugar lejano pero sé que eso es lo que piensa. Acaricio su cara con mis manos temblorosas; regresa a la vida, el me mira solo dos segundos y entonces ataca con sus labios. Yo me pierdo en ellos, en su olor y sé que debo dejar este pequeño anhelo que había comenzado a crecer en mi pecho.
Mis padres no me importan pero el... bueno el necesita a alguien en este momento, alguien que realmente entienda su perdida, que lo ayude con ella. Si yo fuera el querría, algo como eso.
"Me voy a ir", digo yo y veo como el rostro de Ethan cae en la angustia, veo todo el dolor que le estoy causando pero no puedo sencillamente, dejar a Daniel con todo esto. Lo ayudare con su perdida y luego... bueno luego no se qué haré.
"Sé que..." comienzo yo, pero Ethan me corta "¡Te amo! ¡Te amo! El no te necesita tanto como yo. Por favor." ruega y mi corazón se vuelve a romper.

"Prometamos algo" digo, cambiando el tema "Prometamos no prometernos hasta volver a vernos. Prometamos no entregarnos a nadie hasta volver a hablar". Agarro su mano "No te puedo mentir, tu sabes lo que siento desde el principio por Daniel, pero tú te has ganado mi corazón y puedo ser te sincera cuando te digo que yo realmente deseaba esta oportunidad para nosotros. No puedo prometerte que no lo escogeré a él, pero si puedo prometerte que si llega a pasar te lo diré". Ethan aprieta mi mano: "Regresa a casa", es lo único que dice y sé que no habla de el lugar donde me crié o de mis padres sino nosotros, de lo nos mantiene unidos y tal vez siempre lo haga.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Nuestros ojos dejando de brillar II.

Llego a la casa de Ethan, el sale corriendo hacia mí con los brazos abiertos. No puedo detener la sonrisa que se abre paso entre mis labios y corro hacia él. Me levanta en brazos y me hace girar con los pies en el aire, es tan tonto y divertido que reímos. "Te extrañe" susurra contra mi oído y me mantiene aun sin tocar el piso, pasa su mejilla con barba por la mía y tiemblo. El siempre me hace sentir tan querida, tan delicada. Encierro su cintura con mis piernas y su cuello con mis manos, lo miro a los ojos y le doy un pequeño beso, el tiembla y yo me derrito. Ethan me hace sentir viva, importante, conectada a este mundo que parece cada vez más extraño para mí.
Paso mis manos por su cabello y el cierra los ojos, acaricio el lóbulo de su oreja izquierda, la muerdo y le susurro "¿Tal vez deberíamos entrar o nos vamos ya?"  Abre los ojos de golpe, sus hermosos ojos verdes mirando directamente, los míos café. "Depende de lo que la Señorita desee" sonríe, acaricio su mejilla con el dorso de mi mano y digo suavemente y con cariño "Creo que me quedare un buen tiempo en tu casa, así que nos pondremos al día muy pronto. Pero hay que comprar lo que necesitamos ahora o tal vez después lo olvidemos" Ethan asiente. Suelto su cintura pero mantengo mis manos en su cuello, el me suelta lentamente y yo paso mis manos mientras me deslizo, por su pecho, con la misma lentitud. El sonríe y dice "¿Estas intentando provocarme, Marie?" yo lo miro y una sonrisa cómplice se me escapa. Sin previo aviso me toma entre sus brazos y me besa realmente duro, hasta que tengo que alejarme de sus labios por aire, sus ojos chispean con diversión. Estoy en casa.


Compramos todo lo que necesitamos, corremos, cantamos y yo me subo en la carretilla del supermercado mientras él la llena de vino, alcohol y snacks. El me cuenta de su último viaje y de todos los lugares a los que podemos ir, y yo me siento lista para dejar el fantasma del futuro marido de mi hermana en un closet bien metido y olvidado. Pagamos y guardamos todo en el carro, subo en el asiento del copiloto, conecto mi ipod al estéreo y comienzo a cantar una canción sobre un mundo mejor, donde el peso de los desamores no tienen cabida y donde el pasado ya no importa. El toma mi mano antes de encender el carro, canta conmigo y me siento esperanzada porque sé que lo puedo amar, que solo necesito sellar lo demás y estaremos bien. Su celular suena y me pide que tome la llamada, miro la pantalla y dice: Monic. Mi hermana. 

Nuestros ojos dejando de brillar I.

Tus ojos la observan, como si quisieran guardar cada una de sus arrugas, sus miradas, sus sonrisas. La miras como si pudieras besar el piso por el que camina, como si el aire se apartara cuando ella se aleja. La miras como el deseo del desierto esperando a la brisa, sofocando los lamentos de arena misma.
La miras y apartas a todos los humanos, algo se apaga y tu atención solo se centraba, en mi hermana.




Ella no es mala, pero me ha quitado todo. A mi madre, a mi padre y al único al que adoro.

Sus ojos no pueden quitar la mirada de ella, de cómo camina, de cómo habla, todo lo que ella hace parece obra de magia. Primero ella es cálida como los besos del sol en verano, segundo es amable como el cielo anaranjado, tercero y último es ingenua como las flores blancas, pura hasta lo doloroso.
¿Y yo? Bueno, yo estoy rota, jodida, dañada, sobrecogida, trasplantada en mala tierra. La peor elección para amar.
Él te toma de la mano y me obligo a sacar el aire suavemente por mi nariz, mientras trato de mantenerme calmada.
Los miro, esperando ver cómo me volverán a acuchillar esta noche, como el dolor me romperá en los peores lugares y como deberé recoger mis pedazos después de sus actos. Se miran con adoración, con amor puro sin diluir. Mi corazón duele, mis piernas se debilitan y mi alma explota, pero no para bien, nunca para bien. Mi cara se muestra fría sin ninguna fisura, los miro con ojos aburridos como si no sintiera nada. Esta ha sido mis mascara desde el comienzo, mi única manera de mantenerme viva. Cuerda.

Comienzas a hablar con tu voz suave y dulce "Nos vamos a casar" mi estomago tiembla y el dolor me aplasta por dentro, pero en vez de caer bajo el. Pongo mi espalda más recta y mi cabeza más alta. Me miras y sonríes; porque sé que me amas, yo asiento una vez y mis labios se levantan pocos centímetros. Él sigue tu mira, me ve y levanta una de sus preciosas cejas oscuras como la noche; mi cara vuelve a helarse mientras lo miró y asiento hacia Él también. Entonces todos gritan, Papá, Mamá, todos tus amigos y sus amigos. Veo como todos caen encima de ti como abejas africanas hambrientas y sé que este es el momento perfecto para correr. Escapo con pasos rápidos y ligeros. Nadie me pone atención. Tomo mi cazadora del respaldo y camino hacia afuera, mientras juego con las llaves de mi moto BMW. Salgo por la puerta y cierro tras de mi silenciosamente, me pongo el casco y me subo. Es entonces cuando escucho la puerta volver a abrirse, Él está allí con los brazos cerrados sobre su pecho y mirándome molesto "¿A dónde vas?" pregunta y antes de dejarme contestar, dice "Ella te necesita allá adentro" mantengo mi vista solo dos minutos sobre Él, es el único tiempo que me permito para realmente verlo, luego, miro al frente, prendo la moto y me alejo con la mayor velocidad de la que soy capaz de manejar.

Tomo las curvas muy cerradas a toda velocidad, mi corazón late con locura y eso me tranquiliza. En momentos como estos puedo ser real, se quién soy, se lo que debo hacer y eso se limita a tres palabras "tomar más velocidad". Después de dos horas manejando como una completa desquiciada imprudente; de haberme alejado lo suficiente para sentir que no necesito nada de lo que hay atrás, respiro totalmente relajada. Paro en una gasolinera 24 horas, lleno el tanque y dejo la moto estacionada en un restaurante que hay a lado. Entro y pido una hamburguesa y soda coca-cola. La mesera me dice que pronto estará lista y se va. Saco mi celular y llamo. Después del algunos intentos contestan "¿Qué pasa Bebe?" pregunta una voz profunda y rica, me limito a responder "Hoy, fiesta en tu casa" mi voz es suave, pero directa. "Oye, que tal algo como: Mi amor te extraño ¿cuando volveré a tener el gusto de estar entre tus sabanas?" el usa su voz juguetona, pero hay algo de esperanza filtrada en ella, también un poco de debilidad. Quizás y solo quizás miedo.
"Tal vez más tarde, quien sabe..." uso mi voz más coqueta y escucho como traga duro por la línea "Eso es todo lo que necesito" dice el sonriendo, lo puedo sentir. "Bueno, iré temprano a tu casa, así te ayudo a comprar las cosas que necesitamos."
"No tardes mucho, estoy aburrido y te extraño como un loco"
"Está bien... Se me olvidaba quiero la recámara principal para nosotros" No lo dejo responder, cierro y una sonrisa traviesa se cuela por mis labios.
Como sin mucho interés, solo para hacer algo. Dejo que el dolor me parta un ratito. Cierro los ojos. Lo observo a Él, sonrisas dirigidas a ella bailando en sus labios, el brillo en sus ojos mientras esta ella en sus brazos, la manera en que susurra a su oído. Todas esas imágenes bailan sin un patrón a través de mis ojos y sé que no va a ser mío ni ahora ni nunca. De repente me golpea de nuevo sus palabras "Nos vamos a casar" el aire escapa de mi rápidamente y mis labios se abren como si hubiera recibido un golpe en el estomago. Mi cabeza solo puede pensar una cosa "El va a ser totalmente suyo" si aun tenia ilusiones, ellas acaban de terminar muertas, como las flores resecas. Miro hacia la nada tratando de calmarme, mi celular suena, veo la pantalla y dice "Hermana". Observo cómo suena una, dos y tres veces. Abro la tapa, saco la batería y continúo comiendo.