Hechicera, doma corazones.
Ayer te soñe. Te soñe vestida de rojo. Sangre era lo que había pintado tu hermoso vestido, las personas no dejaban de hablar de lo bella que la muerta te había cubrido. Engalanada de carmesí te desee con frenesí tu seducción llego a tal punto en que hasta yo me perdí, caí en tus brazos y allí morí.
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