Bestia castigadora.

Muestro mis colmillos ensangrentados contra mis enemigos y los de mis seres amados. No soy un ser que mata sin sentido pero debo dejar claro que juego con mi presa hasta el ultimo momento. Desgarro tejido y cuando me aburrió de sus alaridos rompo cuellos. Ya silenciados solo los miro con desprecio y me alejo del lugar satisfecha o insatisfecha de lo rápido o lento que fue toda la obra. Casi siempre su final es patético pero ya estoy acostumbrada a ello no siento lastima la misericordia ya no es relevante cuando el juego comienza...