Una belleza salvaje.

Mi bella psicópata silenciosa hasta le medula osea; tu mirada fija sobre mi hace arder a mi cuerpo como si me hubieras puesto gasolina y tirado una cerilla encendida. Combustión espontánea todo se quema, la luz que irradia mi cuerpo se ve algo retorcida pero de alguna manera... me gusta. Tomas mi brazo con tus filosos caninos y muerdes poco a poco como caricia. Levantas tu cuerpo, te agazapas y yo escucho el claro chip chip de tu collar al hacer un movimiento. No es como si fueras mala solo un poco demasiado perversa y traviesa. Me alejo de ti, me siento en el césped verde por la lluvia constante, tu te echas sin hacer ningún sonido y las dos dormimos con el suave cantar de la brisa. Canturrea una canción pegajosa sobre una princesa caída, canturrea una canción graciosa sobre un reino en decadencia, canturrea nuestra canción de amor de una pobre esclava y una reina astuta. A donde iremos de nuevo? mi reina sin corona. A donde iremos a amarnos sin miedo?