La brisa de invierno

Hoy es viernes el cielo esta un poco triste pero la brisa polula entre los edificios, personas, animales con gracia y elegancia. Una dama que baila a un ritmo sin música, suavemente susurra una canción compuesta por ella. Canta sobre la lluvia que cae en invierno y la manera en que los humanos le tienen miedo, canta del gozo de los pajaros en asecho que aman la lluvia que aman su velo. Es un viernes melancólico de esos en los que te sientas en la blanca banca del parque y recuerdas a tus seres queridos muertos. Ilusamente piensas que dirían  si estuvieran hoy contigo, si tomarían tu mano, si sonreirían, que te podría decir hoy que hace años atrás no te dijo? Hoy es un día para soñar con los caídos, para imaginar y abrir ese pequeño mundo que componian ellos y tu. En mi vida pocos han muerto un abuelo paterno y otro pariente muy querido que murió de una manera horrorosa. Aunque han sido pocos el vació que dejaron es grande y nunca se ha llenado. A lo largo de mi corta vida me he dado cuenta que cuando amas a alguien y lo pierdes el tiempo hace el favor de tomar tus memorias y borrarlas poco a poco, con los años se deterioran hasta desaparecer. Dirías tu biológicamente mueren, se pudren y se desintegran, tal vez no tome ciclos como el plástico de una botella de coca cola pero se siente como si lo fuera. Aun olvidandolos es doloroso porque no deseamos que tan solo se vaya todo sobre ellos. Que desaparezca lo que fuimos con ellos, lo que hicimos con ellos, lo que ellos no dieron. Han pasado mas de 10 años desde la ultima vez que vi a mi abuelo, no me acuerdo de su voz solo tengo el leve recuerdo de que era profunda, no me acuerdo muy bien de su cara solo me acuerdo de sus grandes ojos verdes inspeccionadores, no me acuerdo de que tal alto era pero me acuerdo que me dio la fuerza para que el bullying de mi niñez no rompiera por completo y terminara volviéndome un monstruo mas aterrador de lo que ya soy.
La brisa se ha parado, quedado todo en silencio; los pajaros se alejaron como si la muerte se acerca con sus pasos silenciosos y mortales. Dirijo mi mirada al cielo y veo a aves rapaces acechando las anchuras del mar de ambulantes nubes, todo callado, todo silencioso este nuevo aspecto solo hace al ambiente mas espantoso. Sonrió porque es lo ultimo que queda. Y miro al cielo, sin importarme el cielo, las aves o el mas allá sonrió porque aunque perdí algo realmente importante y morí un poco con esas personas que se desvanecieron. Aprendí sobre la perdida, sobre los sentimientos que rondaron mi cuerpo hasta envenenarme y sumergirme en ellos, aprendí que sentir mis emociones hasta que mi piel arda no siempre lleva a una polémica y acalorada disputa. Las personas mueren es ley de vida, no somos eternos y eso hace la vida mas interesantes. Después de todo si fuéramos eternos tardaríamos mucho trabajando siguiendo nuestro destino. Como no se tiene el tiempo para esperar; nos lanzamos al ruedo muchas veces sin protección. Caemos, nos golpeamos, raspamos, rompemos huesos; se nos cojeen puntos y enyesan nuestra alma. Pero esos golpes nos dan fuerza para seguir. La vida no es eterna porque perderíamos demasiado pensando cada paso que damos. Así que lo que tenemos debemos vivirlo al máximo con pasión con fuerza sin miedo a las caídas que tendremos. La vida es para vivirla y perder el aire en sus momentos mas gloriosos. La vida es para... tomar ese par de zapatillas deportivas y salir a corres mientras cantas "save the world" con toda la fuerza de tu voz; muchos pensaran "Como puedes hacer eso? todos te verán y te señalaran, te acusaran por no seguir a la sociedad impuesta; pero eso es lo de menos, nunca ha importado menos lo que los demás piensen porque es tu vida y tu tienes las riendas de ella por lo menos hasta que la muerte las corte y caigas al vació del decenso hacia inframundo. La muerte llega... ahora mismo susurra contra tu oído que algún día llegara tu día, sonriele y dile que lo esperas con ansias tal vez si haces las paces con ella tu final no sea tan trágica.